ANÁLISIS LITERARIO DE LOS
DETECTIVES SALVAJES
DE ROBERTO BOLAÑO
Por
BEATRIZ GÓMEZ B.
BEATRIZ MONSALVE Z-
JORGE E. GÓMEZ A.
ACLARACIÓN
- MEXICANOS PERDIDOS EN MÉXICO
A. ANÁLISIS DE FONDO
1. TEMA
2. ASUNTO
Elementos del asunto
3. LOS
PERSONAJES
4. FACTORES
ESPACIO – TEMPORALES
5. ARGUMENTO
6. CONFLICTO
7. PUNTO
DE VISTA
8. NOTA
BIOGRÁFICA
B.
ELEMENTOS DE FORMA O ESTRUCTURA EXTERNA
1. TÍTULO
2. ORGANIZACIÓN
DEL TEXTO
Recursos expresivos
Párrafos
Uso del lenguaje
CONCLUSIONES
- LOS DESIERTOS DE SONORA
A. ANÁLISIS
DE FONDO
1. TEMA
2. ASUNTO
3. PERSONAJES
4. FACTORES ESPACIO –TEMPORALES
5. ARGUMENTO
6. CONFLICTO
7. PUNTO DE VISTA
B.
ELEMENTOS DE FORMA O ESTRUCTURA EXTERNA
1. TÍTULO
2. ORGANIZACIÓN DEL TEXTO
CONCLUSIONES
- LOS DETECTIVES SALVAJES (1976 – 1996)
CONCLUSIONES
Aclaración
El
libro consta de tres partes:
1. Mexicanos
perdidos en México (1975)
2. Los
detectives salvajes (1976 – 1996)
3. Los
desiertos de Sonora (1976)
La
tercera parte es continuación de la primera
y Los detectives salvajes (segunda parte) es una serie de testimonios de
lo que piensan más de 50 personajes, entre ellos Amadeo Salvatierra, acerca de otros
personajes, pero principalmente de Arturo Belano y Ulises Lima. La obra es de
mucho diálogo, no abunda en descripciones, los párrafos son largos, el estilo
es escueto y muy existencial, es muy vital, utiliza pocas figuras literarias,
aunque vale la pena resaltar la ironía.
Por los mencionado antes, presentaremos los
análisis en este orden: I. Mexicanos perdidos en México (1975), II. Los
desiertos de Sonora, III. Los detectives salvajes
I. MEXICANOS PERDIDOS EN
MÉXICO (1975)
A. ANÁLISIS DE FONDO
1.
TEMA
El
tema trata de la formación de un movimiento literario que de alguna manera se
identifica con las corrientes
vanguardistas de la época como el surrealismo, el simbolismo, el
existencialismo y dadaísmo. Y, además, la transmutación de los integrantes de
este movimiento en ciudad de México.
El
movimiento que en el texto se llama Real visceralismo, corresponde en la
realidad al infrarrealismo . Este término fue acuñado por el pintor chileno
Roberto Matta después de que fue expulsado del movimiento surrealista por André
Breton. La palabra infrarrealista hace
referencia a una visión de la realidad vista desde sus manifestaciones marginales,
desarraigadas y que es observada con una mirada crítica, aunque también con un
sentido subreal de la existencia: “Precisamente
una de las premisas para escribir poesía preconizadas por el realismo visceral…
era la desconexión transitoria con cierto tipo de realidad.”¨(P.19). “Un cuchillo tan grande es un estorbo…se lo
mide él mismo y se lo mide a cada rato, una vez al día… para comprobar que no
se le ha achicado”. (p.49). “De
pronto me sentí atrapado… la indiferencia de María, como si ya se hubiera
cansado de mi, la sonrisa de San Epifanio, lejana e irónica… un comentario
jocoso sobre mi propia existencia”.
(p. 86)
También
es tema la trasgresión: la forma de vida de los integrantes del movimiento. Ellos van por ciudad de México
sin rumbo alguno (no hay un proyecto vital firme, solo el etéreo proyecto de
ser poetas), sin normas de comportamiento, lo cual es consecuente con su
posición de vanguardistas, así como sus
escasas relaciones académicas, personales y afectivas (desarraigo).
Por
otra parte, la búsqueda de la vida como forma de darle sentido a la
existencia es también un tema destacado
de esta parte de la obra.
2. ASUNTO
Aquí
entendemos por asunto los elementos
de la realidad que se filtran en la ficción literaria. Pero, por otra parte,
también se debe tener en cuenta que en las obras literarias se van haciendo
alusiones a otros textos. Esto es lo que
se denomina intertextualidad y en informática, hipertexto.
La
intertextualidad es un conjunto de relaciones que acercan un texto determinado a otros textos de
variada procedencia con una referencia explícita (alusiva o literal) o
implícita. Los orígenes de este concepto deben buscarse en el filólogo ruso Mijail
Bajtín quien habla de que los textos
llevan al lector a otros caminos. Él dice que uno trabaja con un lenguaje
prestado. El asunto o trasunto se obtiene a partir de la intertextualidad:
visión de otros textos, bien sea por alusión o mención directa. Como dice
Bajitin(1989): “Todo emisor ha sido antes receptor de otros muchos textos que tiene en
su memoria en el momento de producir su obra así en el discurso no solo se oye
la voz del emisor sino las voces superpuestas que entablan un diálogo entre sí”
.Umberto Eco a este proceso lo llama la enciclopedia del lector.
Elementos del asunto
De
manera directa están:
Lo
geográfico. Los escritores modernos tienen en cuenta sitios reales a diferencia
de los escritores del Boom como García Márquez, Onetti, Rulfo, Carpentier,
quienes buscaban lugares míticos o legendarios. Bolaño, en cambio, presenta unos espacios crudos, reales, asentados
en México.
Lo
histórico. Hay una historia interlineada: los talleres literarios, como los del
maestro Álamo, que fueron el resultado de una especie de compensación que hizo
el presidente Echavarría (1970 – 1976) por la matanza de Tlatelolco
para atraer de nuevo a los intelectuales y estudiantes al lado del
gobierno.
También
es parte del trasunto histórico (lo que se traspasa de la historia) el golpe
militar de Augusto Pinochet que se asocia con el gobierno de Allende. De allí
trasciende el asunto de la actividad revolucionaria de los poetas
visceralistas.
Otra
cuestión es el caso de Octavio Paz. La relación de los poetas visceralistas con
Paz es una relación antagónica tal como lo fue el vínculo de los infrarealistas
con este autor. El saboteo que hacen los visceralistas a las conferencias de
Paz es trasunto del boicot que hacen los infrarrealistas (Bolaño y Papasquiaro), a quienes Paz llamaba
el Peruanito y el chilenito. Con Efraín Huertas gran amigo de Paz aunque inicialmente hubo antagonismos, la relación
se fue suavizando, tanto que Huertas - a
pesar de que Bolaño no lo admite - fue
un inspirador y un mecenas de Bolaño.
Muchos
críticos están de acuerdo en que la real inspiración o el trasunto real de Los
detectives salvajes son esas relaciones odio – amor entre el dúo Paz y Huertas.
De
la vida cotidiana. Como elemento de la vida cotidiana está: la alimentación,
los bares, el robo de libros en las librerías, el tráfico de mota o marihuana,
las tortillas, el abandono de estudio de Bolaño en lo que se identifica con
García Madero.
3. LOS PERSONAJES
Podemos
decir en conclusión que en la medida en que el texto es autorreferencial
existen muchas coincidencias entre los elementos de la realidad y el imaginario
de la novela.
Los
personajes son autorreferenciales, es decir que de alguna forma están
conectados a la vida real de Bolaño, aunque es difícil afirmar que los
personajes reales se corresponden exactamente en sus rasgos psicológicos con
los personajes imaginados por Belaño.
En
la medida en que el tema es la literatura y el infrarrealismo (es decir,
visceralismo) y los fundadores fueron Belano y Lima, entonces casi todos los
personajes giran alrededor de ellos. Belano y Lima a pesar de ser los menos
actuantes, constituyen el centro alrededor del cual se configuran las demás
personalidades.
Dado
el mismo estilo de la obra, es difícil individualizar a cada personaje. También
en la medida en que el punto de vista es de primera persona, el narrador se
limita a contar lo que sucede a su alrededor. Lo contrario sería si el narrador
fuera omnisciente (meterse en la cabeza
y psicología de cada personaje).
Las
descripciones de los personajes (etopeyas que es lo físico y el carácter) son
escasas y breves. A veces, se vale de la comparación o de metáforas para describir los personajes:
“La camarera permaneció de pie, a pocos
centímetros de mi, vigilando como una diosa o como un ave de rapiña”.
(p.25). “Cuando tocamos el timbre salió a
abrirnos un tipo calvo, de bigotes y con pinta de desquiciado”. (p. 33). “Junto
a la tele encontramos a Jorgito Font… tiene doce años, el pelo largo y viste como mendigo”.
(p.37). “Está preciosa. Viste una blusa
oaxaqueña. Bluejeans muy ceñidos…un
morral… lleno de libros y papeles”. (p.43).
Por
otra parte, los personajes tienen equivalencias en personajes reales: Arturo
Belano es Roberto Bolaño, Ulises Lima es Santiago Papasquiaro, Juan García
Madero es Juan Esteban Harrington (productor audiovisual chileno). Angélica y
María Font son los alter egos de Manolo Vera y Mara la Rosa. Cesárea Tinajero
es el equivalente de Concha Urquiza, fundadora del estridentismo, comunista,
monja y bohemia y como anécdota trágica, murió ahogada.
Otros
personajes que sí parecen ser producto
de la imaginación de Bolaño son: Lupe, joven prostituta que de alguna manera se
convierte en el hilo desencadenante de la búsqueda de Cesárea Tinajero. Alberto
el chulo de Lupe, hombre peligroso.
Lo
que hace Bolaño es juntar una serie de individuos más o menos obsesivos que ven
en la poesía o en el arte una especie de acto “criminal”, en la medida en que
esta les sirve para atacar lo establecido, los parámetros del arte y que
disuelve la realidad en imágenes quebradas. Sin embargo, a diferencia de la
novela tradicional, la obra de Bolaño no nos permite hacer una jerarquización
bien definida entre “los buenos y los malos” o, dicho de otra forma, entre
protagonistas y antagonistas. Estas dos concepciones de bien y mal están como
desdibujadas en la obra. En la medida en que ahora se entra en un ambiente
urbano, citadino, las relaciones y comportamientos sociales, son menos
inflexibles y el pensamiento es opuesto al pensamiento del campo o de las zonas
rurales el cual es conservador, jerarquizado, las clases sociales son más
diferenciadas. En Bolaño, en cambio, encontramos una sociedad cosmopolita con
todas las características que la sociolingüística le atribuye: liberal –
heterogénea, entremezclada.
Por
otra parte, los personajes son en cierta
medida oscuros, anónimos, de bajo perfil. Las relaciones
interpersonales en el manejo del lenguaje también son indiferenciadas, es
decir, no hay un lenguaje culto (como se esperaría de los poetas), sino que el
lenguaje es preponderantemente coloquial y dialectólogico lo cual es muestra de
la indiferenciación social.
4. FACTORES ESPACIO –
TEMPORALES
El
espacio es eminentemente urbano, citadino. El espacio en la novela urbana no es
solamente el espacio físico, sino que es también el espacio de la angustia, de
la desesperanza, del encuentro y el desencuentro.
Pero
el espacio urbano también es vitrina, o sea, el lugar para mostrarse, para ver
y ser visto o no ser visto.
Pero
no solo es vitrina, ya en una concepción más amplia se vuelve territorio. El
territorio es el lugar donde se habita diariamente, vivencialmente. Y la noción
de territorio trae también la noción de límite o bordes. Lo que está más allá
del territorio es lo extraño, lo forastero, lo extranjero; lo que tiene un
imaginario distinto al de los habitantes del territorio.
Hay
un territorio que podríamos llamar oficial: el que muestran los mapas, las
oficinas de planeación y un territorio no oficial demarcado por las vivencias
de sus habitantes.
Y
en el espacio urbano también se dan las nociones de centro (desarrolladas) y
las periféricas (subdesarrolladas, marginales). El territorio de Los detectives salvajes está básicamente
al sur y suroeste del Zócalo o Plaza de la Constitución de Ciudad de México y un territorio más
definido es la colonia Condesa que está al suroeste del Zócalo y también el bar
Encrucijada Veracruzana en la calle Bucareli.
El
paralelo que se hace en la página 44 entre la calle Bucareli y la Avenida
Guerrero nos sirve para ver como presenta Bolaño la noción de límite: “para
empezar, la iluminación. El alumbrado público en Bucareli es de una tonalidad
ambarina. …Los bares y las cafeterías en Bucareli eran abiertos y luminosos, en
la Guerrero, pese a abundar, parecían replegados sobre sí mismos…”. Dentro de
la Calle Guerrero, García Madero es
tratado como un trasgresor de límite, aun así sea finalmente reconocido, pero
Lupe lo trata inicialmente como invasor.
En
la página 53 también se establece una relación en lo que son los territorios y
los límites: “ella tiene unas amistades
que para qué te cuento…uno tiene que conocer la gente de todas las clases, a
veces es necesario empaparse de realidad…Porque si uno se empapa demasiado se
expone a convertirse en víctima… me sigues”.
La colonia Condesa es otro territorio donde
viven los Font, es otro territorio por donde transitan diversos personajes y
que es invadido por el chulo de Lupe lo cual precipita la huida de ellos: Belano,
Lima, Lupe y García Madero. La casa de
los Font se convierte en el territorio donde confluyen los marginales, bien sea
por sus afinidades artísticas o por ansias arribistas e, inclusive, por
atracciones sexuales.
También
son territorios relevantes las librerías, la terraza de Pancho Rodríguez en la
calle Tepehic con vista al parque de las
Américas, la casa de Piel Divina, el bar Encrucijada Veracruzana que se
menciona reiterativamente, sitio de reunión de la más variada fauna humana:
prostitutas, obreros, poetas y machos. Es de anotar que a partir de estos
territorios y personajes el autor construye microrelatos que le dan mayor
dinámica a la obra.
Así
mismo, se podrían mencionar el bar Quito como sitio para ser visto. Y la ciudad
como sitio para ser visto la encontramos en la página 93:”Crucé la calle tomando o haciendo que tomaba unas precauciones
inútiles…tal vez para dilatar en unos segundos mi encuentro con el padre de
María. …Era Lupe…por supuesto, lo primero que pensé fue que Quim y Lupe
buscaban un hotel”.
Las
librerías son importantes para los poetas como sitios de saqueo o robo de
libros. Y llama la atención la librería “Batalla del Ebro” por la extraña
propuesta que hace el dueño a García Madero: “En determinado momento, sin embargo, don Crispín se volvió y me
preguntó cuánto le cobraría por acostarme con él…me quedé helado” (p.
113).
A
propósito de los factores espacio-temporales, es necesario recordar que con
Einstein se introdujo la cuarta dimensión, porque el universo no solo se puede
medir en tres dimensiones, entonces al
ancho, altura y profundidad se le
agregó una cuarta dimensión, el tiempo. Después de la teoría de
Einstein no se puede mirar el espacio simplemente o el tiempo simplemente, así que
aparece el concepto espacio–tiempo que en literatura es cronotopo. Esto quiere
decir que no se puede mirar el tiempo separado del espacio y viceversa.
Por
otra parte, Bergson introduce la
concepción de un tiempo subjetivo al cual llama duración. La duración es el tiempo de la memoria asociada a una
época y un lugar. De esta concepción bergsoniana surgen obras como En busca del tiempo perdido y vuelto a
hallar de nuevo de Proust, o inclusive, Ulises de Joyce. De acuerdo con Bergson, el tiempo
no se pierde o desaparece sino que se recupera a través de la memoria y de la
corriente de la conciencia. Pero ese tiempo que se recupera siempre está
asociado con un lugar o espacio y unos sucesos (progresión de momentos). Entonces
en la narrativa el manejo del tiempo ya no es simplemente lineal sino que se
recupera a través de la analepsis (hacia atrás)
y la prolepsis (hacia adelante). El autor de Los detectives salvajes comienza con una prolepsis: “He sido cordialmente invitado, a formar
parte del realismo visceral. Por supuesto, he aceptado. No hubo ceremonia de
iniciación. Mejor así”. (p.13). Nos menciona un acontecimiento que en
realidad va a detallar después. En el día siguiente comienza el juego con el
tiempo presente: “No sé muy bien en qué consiste el realismo visceral. Tengo diecisiete años, me llamo Juan García Madero”
(p.13). Luego brinca al pasado (pretérito imperfecto) porque indica una acción
del pasado que no ha terminado y vuelve al presente: “Soy huérfano. Seré abogado (p.13). Y a partir de allí se interna
en la analepsis recordando los momentos de su ingreso a la Facultad, su
inscripción en el taller de poesía de Álamo y su primer encuentro con los
poetas viscerrealistas y su “iniciación” como viscerrealista en la medida en que se identifica con Belano
y de Lima en su ataque a Álamo, director del taller de poesía.
Allí
se da el espacio–tiempo o cronotopo en la medida en que este tiempo analéptico
está asociado con la Facultad de Derecho y la UNAM: “Era mi quinta sesión en el taller de Álamo…últimamente he notado que
el tiempo se pliega o se estira a su arbitrio” (p.15).
De
acuerdo con lo anotado anteriormente, no podemos decir que esta primera parte
de la novela sea un diario en el sentido en que se usa una anotación del día a
día de un personaje. Lo del diario es más bien una trampa para el lector quien
puede pensar que va a disfrutar plácidamente
de una narración autobiográfica lineal cuando en realidad lo que hace el
escritor es adentrarnos en un tiempo “que
se estira y se encoge” y no tiene nada de sosegado y tranquilo
vivencialmente hablando.
Y
esto lo ratifica en la tercera parte, Los
desiertos de Sonora (1976): “Hoy me
di cuenta de que lo que escribí ayer en realidad lo escribí hoy: Todo lo del
treintaiuno de diciembre lo escribí el uno de enero, es decir hoy, y lo que
escribí el treinta de diciembre lo escribí el treintaiuno, es decir ayer. Lo
que escribo hoy en realidad lo escribo mañana, que para mi será hoy y ayer….pero
sin exagerar”. (p.557).
5. ARGUMENTO
La
obra relata la historia de un estudiante de derecho que finalmente renuncia a
esta vocación para dedicarse a explorar el mundo de la poesía y con ello el de
la bohemia, la marginalidad alrededor de un movimiento literario conocido como
el de los poetas vicerrealistas. En este trasegar se encontrará con otros
individuos que se oponen al establecimiento (representado por el poeta Octavio
Paz) y, además, contará su despertar a la vida sexual y sus relaciones
amorosas. Sus aventuras lo llevan a involucrarse en la búsqueda de una
misteriosa poetisa quien supuestamente fue la iniciadora del movimiento
vicerrealista.
6. CONFLICTO
El
antagonismo que se plantea en Los
detectives salvajes es un conflicto del hombre contra la sociedad en la
medida en que se enfrenta lo marginal con lo establecido, sin embargo, en este
enfrentamiento se presenta una
confrontación a medias porque los marginales terminan conviviendo con aquello
que critican. Esta es quizás la gran ironía que nos presenta Bolaño y que se da
en general en las sociedades: el arribismo. Aunque los personajes marginales no
son netamente arribistas, si sé benefician de aquello que les aporta una clase
social más pudiente e igualmente se mezclan en las fiestas con representantes
de la gran burguesía y del gobierno. Es la gran ironía del devenir de muchos
artistas que terminan viviendo y conviviendo y
usufructuando de todo aquello que
critican.
Por
otra parte, en lo vivencial se plantea el conflicto consigo mismo, en la medida
en que el protagonista tiene que decidir entre las presiones familiares y su
propia concepción del mundo y entre su explosión sexual, su fidelidad y su
quehacer literario: “Y luego, cuando
examino fríamente mis encuentros sexuales con ella y con Rosario… tengo que
reconocer que con Rosario… ¡Al menos aprendo más!” (p. 98 – 99). “Y entonces me di cuenta que algo había fallado en los últimos días… en
mi relación con los nuevos poetas mexicanos o con las nuevas mujeres de mi
vida…el abismo que si miraba por encima de mi hombro se abría detrás de mí… un
abismo carente de monstruos aunque no de oscuridad, de silencio y de vacío”.
(p. 123 – 124). Este conflicto consigo mismo se ve claramente reflejado en esta frase: “―Hoy no he ido ―dije y volví a pensar en María y todo me pareció insoportablemente sórdido y
triste” ( p. 106). Esto nos lleva a descubrir la lucha entre los elementos
de la personalidad configurada en el yo y el superyó: el uno que busca la
libertad y el otro, que es controlado y normativo. Estas son las crisis que manifiesta constantemente el personaje a
través de la corriente de la conciencia.
7. PUNTO DE VISTA
De
entrada vemos un narrador en primera persona: “He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral.
Por supuesto, he aceptado” (p.13). El narrador es un narrador principal (no
periférico, el que va contando algo de lo cual es testigo), sin embargo, a
medida que transcurre la narración encontramos que el personaje principal
(García Madero) empieza a situarse más como testigo que como protagonista: “ Ernesto San Epifanio escuchó su respuesta y
me sonrió de una manera inquietante… Intenté hablar con los poetas… En algún
momento María besó a uno de ellos y Ernesto San Epifanio me dio unas palmadas
en la espalda… y le dije mirándolo a los ojos que se estuviera tranquilo, que
yo no necesitaba ninguna clase de consuelo… “(p. 86 – 87). Luego no se
puede hablar de un punto de vista completamente homodiegético (narrador que ha
vivido la historia desde dentro y es parte del mundo relatado) y
progresivamente se vuelve heterodiegético (narrador que cuenta la historia desde
fuera del mundo relatado). También se ha dicho que la segunda parte de la obra
tiene un punto de vista múltiple y se la ha comparado con una sinfonía coral.
En esta parte segunda se ve con mayor claridad lo heterodiegético del punto
vista.
8.
NOTA
BIOGRÁFICA
Penetrar
en la esencia de un escritor a través de una nota biográfica es difícil, cuando
no imposible. Y aunque Roberto Bolaño comparte varios rasgos existenciales con
muchos autores latinoamericanos más o menos contemporáneos a su existencia (la
trashumancia, el desempeño de muy
variados oficios, la militancia, la pobreza, el autoexilio), igual se podría
decir que es único y singular en su acaecer vital y en su escritura.
Bolaño
era hijo de una profesora y un transportista y, sin ser deterministas, ya se
puede pensar cuál podría ser el resultado de tal herencia. Se podría decir que
el deambular del padre junto con la vena intelectual de la madre estaban en su
sangre.
Si
bien Bolaño nació en Santiago de Chile en 1953, es a partir de 1968 cuando
aparece su vocación de escritor. En este
último año la familia se había trasladado a Ciudad de México. Allí se dedicó a
devorar libros, decidió que quería ser escritor y estuvo colaborando con
algunos medios de prensa. Sin embargo, en 1973 decide regresar a su Chile natal
para unirse a la resistencia contra el General Pinochet quien había derrocado
al presidente socialista Salvador Allende. Al ser arrestado durante ocho días y
liberado gracias a la intervención de dos detectives excondiscípulos suyos,
regresa a México a retomar su vocación de escritor. Allí, en compañía de amigos
poetas, funda el movimiento poético de vanguardia conocido como infrarrealismo. En 1975 ve publicados
sus primeros trabajos como parte de la antología poética Poetas infrarrealistas mexicanos.
Quizás
siendo consecuente con aquella frase del Primer Manifiesto infrarrealista : “Déjenlo todo nuevamente, láncense a los
caminos”, decide irse a recorrer mundo: primero, El Salvador donde conoce
al escritor Roque Dalton y, luego, Europa y África. Desempeñó múltiples y
disímiles oficios y superó penalidades hasta que pudo mantenerse con su
participación en certámenes literarios. Todas estas experiencias las
convertiría más adelante en materia de su ficción. En 1993 los médicos le
diagnosticaron una grave enfermedad hepática. A partir de entonces Bolaño se
obsesionó con dejar un legado literario de importancia y se dedicó con mayor
ahínco a la escritura y multiplicó sus
publicaciones. Ese mismo año vieron la luz Los perros románticos, un
recopilatorio de la obra poética creada entre 1977 y 1990, y la novela La
pista de hielo. En 1996 presentó La literatura nazi en América y Estrella
distante, y en 1997 la compilación de cuentos Llamadas telefónicas, que
le valió el Premio Municipal de Santiago de Chile, el más importante de su
país. En 1999 la novela Los detectives salvajes recibió dos
importantes premios: Premio Herralde de Novela y Premio Internacional de Novela
Rómulo Gallegos.
Los
comentarios de la crítica que recibió esta obra apuntan a “la calidad de la
obra y su novedosa propuesta narrativa” y “en la novela destaca el humor
derrochado, poco frecuente en la novela escrita en español”. Pero el mismo Bolaño define su obra de esta
manera: «Mi poesía y mi prosa son dos
primas hermanas que se llevan bien. Mi poesía es platónica, mi prosa es
aristotélica. Ambas abominan de lo dionisiaco, ambas saben que lo dionisiaco ha
triunfado». Pero también se ha dicho que: “En sus libros suelen aparecer reflexiones sobre los valores de la
lectura o la virtud del «valor» en el acto de escribir, actividad que suele
relacionar con la muerte y la violencia”.
Como
expresan varios de los múltiples críticos y editores citados en Wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Roberto_Bola%C3%B1o),
sus diversos personajes, cada uno de los cuales goza de una
individualidad propia, son en su gran mayoría escritores tanto fracasados como
exitosos para los que la actividad literaria lo es todo, no sólo en un sentido
estético sino también ético, y que además suelen ser vanguardistas o
aprovecharse de la herencia de las vanguardias. Muchos escritores y
especialistas concuerdan con que su obra está fuertemente ligada a una estética
melancólica, y que además en ella existe una fuerte conexión entre estética y
política. Como autor de novelas abiertas, su prosa, conformada usualmente por
escenas fragmentarias, suele ser además casi carente de descripciones y adoptar
comúnmente dos estrategias posibles: una historicista y de narrador omnisciente,
o bien una descriptiva indirecta, basada en el relato confesional en primera
persona, de una persona distinta del protagonista que se dirige a un interlocutor
anónimo o detectivesco.
Bolaño
falleció el 14 de julio de 2003 cuando apenas había terminado de escribir la
que muchos escritores consideran su obra cumbre: 2666.
Cronología
de la narrativa de Roberto Bolaños:
Novelas
1984
- Consejos de un discípulo de Morrison a
un fanático de Joyce (con A. G. Porta; reeditada en 2006 junto al cuento Diario de bar)
1984
- La senda de los elefantes
(reeditada en 1999 como Monsieur Pain)
1993
- La pista de hielo
1996
- La literatura nazi en América
1996
- Estrella distante
1998
- Los detectives salvajes
1999
- Amuleto
2000
- Nocturno de Chile
2002
- Amberes
2002
- Una novelita lumpen
Ediciones
póstumas
2004
- 2666
2010
- El Tercer Reich
2011
- Los sinsabores del verdadero policía
Cuentos
1997
- Llamadas telefónicas
2001
- Putas asesinas
Ediciones
póstumas
2003
- El gaucho insufrible
2006
- Diario de bar (con A. G. Porta;
adjunto a reedición de Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de
Joyce)
2007
- El secreto del mal
B.
ELEMENTOS DE FORMA O ESTRUCTURA EXTERNA
1.
TÍTULO
El
título Inicialmente es una especie de imán traído desde la novela negra norteamericana. Quizás el lector aficionado a
este tipo de obras piense que va a encontrar esa clase de tramas y personajes.
Sin embargo, lo que ha hallado es un grupo de poetas marginales que intentan
emprender la búsqueda de la fundadora de un movimiento literario. No son
detectives de profesión, pero sí investigadores y curiosos en el más amplio
sentido de la palabra. Lo de “salvajes” se puede referir a una manera de vivir
y de concebir la vida.
2.
ORGANIZACIÓN
DEL TEXTO
El
texto se nos presenta como un diario y,
en esa medida, no se puede hablar de capítulos específicamente sino de un transcurrir día a día del
relato. Aunque se puede decir que unos días parecen más largos que otros (lo
cual tiene que ver también con el tratamiento del tiempo–espacio, igual que nos
sucede a todos: unos días son más trascendentales que otros). El diario se
presenta como un recurso o una “disculpa” para entretejer las experiencias
vitales de los personajes. Ello le permite a
García Madero ser protagonista o ser testigo de los hechos.
En
cuanto a los recursos expresivos encontramos que Bolaño se
vale de la combinación de párrafos cortos y largos. Sus oraciones son
generalmente oraciones coordinadas (son
oraciones independientes cada una de las cuales tiene por sí misma un sentido
completo, con muy pocos conectores):
“El jardín no es nada del otro mundo, hay
un par de árboles raquíticos y el césped no está bien cortado, pero el patio
trasero es otra cosa: los árboles allí son grandes, hay plantas enormes…y una
casita completamente independiente de la casa grande… y que actualmente
comparten las hermanas Font” (p.33).
“Hoy he seguido a Lima y Belano durante
todo el día. Hemos caminado, hemos tomado el metro… de vez en cuando ellos se detenían y entraban
a casas particulares… Cuando les pregunte qué era lo que hacían me dijeron que
llevaban a cabo una investigación. Pero a mí me parece que reparten marihuana a
domicilio” (p.32).
En
esta cita como en otras, se nota que el personaje narrador quiere ser también
protagonista o actor y muchas veces lo
hace de manera anafórica: “Me gustaría
acostarme con Catalina O’Hara. Me gustaría acostarme con Laura Jáurengui…con
Angélica, pero Angélica cada minuto que pasa está…más delgada, más ausente.
(p.87)
Las
oraciones coordinadas hacen de la escritura una escritura dinámica, ágil y
detallada. Es de resaltar el uso, casi excesivo, del paréntesis lo cual lo
convierte también en un estilo explicativo y aclarativo: “Así que de pronto allí estábamos los tres, sumidos en un silencio
tímido u hosco, depende, y María Font ni siquiera nos miraba aunque yo de vez
en cuando la miraba… (Mejor dicho la espiaba a ella y espiaba su acuarela) y
Pancho Rodríguez… miraba los libros
hasta que por fin apareció Angélica y entonces comprendí a Pancho (él era uno
de los que pretendía desvirgar a Angélica)” (p.35).
El
estilo del diario le permite mantener una cierta independencia de los hechos.
Así en cada día puede hacer referencia a
diferentes acontecimientos sin tener que preocuparse del “illo tempore” (narración
continua) aristotélico. Obsérvese, por ejemplo, en la página 113 los días 14 y 15 de diciembre completamente desvinculado el
uno del otro: “14 de diciembre. A los
viscerealistas nadie les da nada… hoy me siento muy bien”. 15 de diciembre. A
don Crispin Zamora no le gusta hablar de la guerra…
La
obra empieza con un epígrafe cuyo
autor es Malcolm Lowry: “ ―Quiere usted
la salvación de México? Quiere que Cristo sea nuestro rey?―No”. Tal vez Bolaño nos quiera indicar que su
pretensión no es revivir la revolución
mexicana o, por otra parte, cambiar el
mundo sino simplemente presentarnos su percepción y sus vivencias, las de él
sin dogmatismos y sin fundamentalismos.
En
cuanto a los párrafos se puede
afirmar que su extensión es relativa de acuerdo con la importancia que el
narrador le quiera dar al día que detalla en su diario. Unas veces es muy
prolijo en la descripción del día y de los diálogos: “Dentro del inmenso océano de la poesía distinguía varias corrientes:
maricones, maricas, mariquitas, locas… filenos…Walt Whitman, por ejemplo, era
un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica…Octavio Paz marica. Borges era
fileno… una loca, según San Epifanio, estaba más cerca del manicomio
florido… Y hablando de pesados: mariposa
era Manuel Acuña perennes padrotes de
cierta lírica mexicana” (p.83).
Podría
decirse que todo depende también de la posición existencial del narrador. Unas
veces parece expresar alegría y en esa medida es más expresivo. Otras, es
lacónico como queriendo indicar aburrimiento o depresión: “No fui a casa de las Font. Estuve todo el día cogiendo con Rosario” (p.97).
“Hoy no pasó nada. Y si pasó es mejor
callarlo, pues no lo entendí”. (p.117).
El
lenguaje de Bolaño, para darle realismo al texto, se mueve dentro de lo
coloquial, lleno de mexicanismos, palabras del argot propio de unas clases
marginales: “Pero no sé qué cables se le
cruzaron al pobre diablo y un día perdió la chaveta” (p.33). “―¡María! Hijoles, mana, Cuánto tiempo ―dijo
y luego le dio un abrazo” (p.44). “―Se
la cargaron los tiras ― dijo Carmencita” (p.44).
Otras
veces, se mezclan en las conversaciones observaciones muy cultas con voces
peyorativas o vulgares: “―De hecho
―prosiguió imperturbable San Epifanio―, Muerte sin fin es, junto con la poesía
de Paz, La Marsellesa de los nerviosísimos y sedentarios poetas mexicanos
maricas” (p.85).
También
utiliza palabras de la jerga política. Son ejemplo proselitismo, militancia,
putsch (golpe de estado). Algunos mexicanismos como padrote, chulo, pinche,
buey, ruca, neta, mana.
En
cuanto al uso del lenguaje, es
preponderante el símil o comparación: “La
risa de Angélica era como un manantial” (p.55). “Vigilante como una diosa o como un ave de rapiña” (p.25). ”Salí felinamente de la habitación hacia un pasillo oscuro como la noche más
negra, o como un cine en donde todo hubiera hecho crac” (p. 61). “Inmóvil como una estatua de sal” (p.61).
Incluso,
Bolaño usa metáforas aunque no muy abundantes, pero es de anotar que él le da
el tratamiento de metáfora al símil: “sentí
la necesidad urgente de verla… de acurrucarme a los pies de su cama, como un
perro o como un niño (metáfora horrible, por cierto)” (p.61).
Otras
son realmente metáforas: “La historia de
Lowys… me provocaron una erección de caballo” (p.20). “Una risa conejil que apenas perturbó sus músculos faciales. “ (p.107) es una metáfora y epíteto realmente.
“ (p.107).
Pero
lo que propiamente predomina es la ironía lo cual le da una característica muy
especial al estilo de Bolaño: “…era una
pentapodia (que, como todo el mundo sabe,…)” (p.14). “Oí el silencio (si eso es posible, aunque lo dudo)” (p.16). “― Este chavo es un compendio de
incultura―dijo María―, el ejemplar típico de la Facultad de Derecho”
(p.86). ”…Postula que a los muchachos
pobres no nos queda otro remedio que la vanguardia literaria”(p.113).
También
aparecen algunas elipsis (eliminar término sobreentendido): “El chino estaba vacío”.
(p.95) se refiere al café chino. (Aunque podría interpretarse también
como una metonimia)
Además,
son escasas las descripciones, o muy breves: “Catalina O’Hara es pelirroja, tiene veinticinco años, un hijo, está
separada, es bonita” (p.82). “Está
preciosa. Viste una blusa oaxaqueña, bluejeans… Al hombro lleva un morral…lleno
de libros” (p.43). “María es alta, morena, de pelo negro…Parece de buen
carácter…sus enfados pueden ser prolongados y terribles” (p.34). Este es un
retrato, una descripción de su interior, de su carácter.
Llama
la atención la descripción que hace de los poetas valiéndose de epítetos o
calificativos: “Dentro del inmenso océano
de la poesía distinguía varias corrientes: maricones, maricas…locas…ninfos, y
filenos” .(p.83).
Una
descripción de un lugar es, por ejemplo, “El
cuarto de Piel Divina era, …un ejemplo de desnudez y austeridad. No vi ropa
tirada, no vi enseres domésticos….solo una colchoneta y una silla… y una maleta
de piel, de buena calidad, en donde guardaba su ropa.”(p.70).
También
encontramos perífrasis. Bolaño habla por ejemplo en (p.33) de la “casa de la
risa” para referirse a los hospitales psiquiátricos.
Conclusiones
·
Los escritores del Boom son
primordialmente testimoniales, documentales y contestatarios muchas veces. Sus
obras están encaminadas principalmente a la denuncia. En cambio, los escritores
como Bolaño y los de su generación se vuelven sobre sí mismos, reflexionan
acerca del ser humano, de allí su posición existencial como también sus
búsquedas dentro de los movimientos de vanguardia y sus deseos de innovar.
·
Para el lector desapercibido
Bolaño muestra que el lenguaje vulgar (coloquial) puede ser tan
incomprensible como el lenguaje culto.
·
Los
detectives salvajes es el resultado de todo lo
que dejó la revolución de los años 60 y el cambio de paradigmas que trajo el
mayo del 68 y, en general, de todos los cambios que se dieron en la concepción
del arte y de la vida a través de esa década y que habían venido preparando
todos los “ismos” y movimientos de vanguardia.
·
La manera como se expresan y
actúan las mujeres en el texto de Bolaño son una muestra del feminismo a ultranza
desatado por La mujer rota de Simone
de Beauvoir, la compañera de Sartre.
·
García Madero es un fiel reflejo de toda la velocidad vital
que se da por la revolución de los años 60 y todo lo que trae consigo la
revolución post-industrial.
II LOS DESIERTOS DE SONORA (1976)
A. ANÁLISIS DE FONDO
1.
TEMA
El
tema sigue siendo la búsqueda, por una parte. Pero también el hallazgo de otras
caras de México. E igualmente la huída no solo de la persecución que les hace el
chulo de Lupe sino también la evasión del tráfago de la metrópoli. También es
un módulo temático la investigación o
indagación en sí, en la cual se refleja el carácter detectivesco que le da
título a la obra.
2.
ASUNTO
Un
asunto predominante es precisamente el aspecto geográfico el cual da título a
esta tercera parte: “Los desiertos de
Sonora” (1976).
A
finales de 1910 la revolución mexicana comienza en serio y Venustiano Carranza
se refugió en Sonora y desde allí lideró la revolución.
Sonora
es el segundo estado más grande de México, conocido por sus características
desérticas y sus playas, su capital es Hermosillo y está dividido en 72
municipios. Su proximidad con Estados Unidos hace que sea un punto de entrada
para drogas ilícitas y un lugar atractivo para maquiladores.
De
otro lado, es importante anotar que los biógrafos aseguran que Bolaño nunca
estuvo al norte de México y fue a través de un atlas donde examinó bien a
Sonora y elaboró una imagen del norte de México según la cual los protagonistas
huían en un automóvil Impala y recorrían a Sonora cruzando el estado en
búsqueda de Cesárea Tinajero a quien
finalmente encuentran en Villaviciosa, un pueblo de asesinos perdido al norte
de México. Esto se reafirma al final de la obra: “Antes de irnos Lupe dijo que podíamos regresar a Villaviciosa cuando
quisiéramos. ¿Por qué?, le dije. Porque la gente nos acepta. Son asesinos igual
que nosotros. Nosotros no somos asesinos, le digo. Es una manera de hablar,
dice Lupe” (p. 608).
Otro
elemento del asunto es el sexo y la actividad sexual bien sea como desahogo, o
como evasión, o como sucedáneo frente a una realidad que es dura, o como
búsqueda de identidad: “-¿Y qué es dar
labiada, Lupe? – dijo Lima. Pensé en algo sexual, en el sexo de Lupe…en el sexo
de María y en el sexo de Rosario. Creo que íbamos a más de ciento ochenta por
hora” (p.563).
También
puede incluirse como elemento del asunto el juego intelectual para ir pasando
el tiempo mientras viajan: (pp.557 a 565).
Sin embargo esto es una muestra evidente de lo que es el contraste entre
el saber erudito y el saber popular que también se da en la realidad.
3.
PERSONAJES
En
esta tercera parte Belano y Lima adquieren un papel más
protagónico, pues allí el lector comprende quienes son en realidad Los
detectives salvajes. Belano y Lima son quienes investigan, quienes van a las
bibliotecas, a los periódicos. Son quienes en realidad hacen las preguntas para
tratar de saber o de conocer la identidad de Cesárea Tinajero. García Madero, aunque también desempeña un papel importante como
narrador, se ve eclipsado por la actividad de los anteriores: “y nos tuvimos que conformar con caminar por
Santa Teresa y mirar los escaparates de las tiendas del centro…” (p.569).
Horacio Guerra
es el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Santa
Teresa donde inicialmente Belano y Lima van a buscar información de Cesárea
Tinajero; sin embargo, este personaje no es más que un elemento que sirve para
elaborar un gran hipertexto explícito sobre el poeta romano Horacio (65 ac –
8ac) y el gran emperador Octavio Augusto (63 ac – 14 dc) a a quien asocian
indefrectiblemente con Octavio Paz.
En
esta tercera parte de la novela se ve con claridad la diferenciación entre el
narrador homodiegético y el narrador heterodiegético.
Encontramos
narradores homodiegéticos (el que está
dentro de la historia y puede ser protagonista o testigo) en García Madero,
Lima, Belano e, inclusive Lupe. Y encontramos narradores heterodiegeticos (no
forman parte de la historia y cuentan los hechos desde afuera) en el torero
Jesús Ortiz Pacheco, en Jesús Pintado y en la maestra.
Para
precisar la heterodiegesis encontramos a Pepe
Avellaneda a quien sitúa Belano en 1928. Es lo que se llama un personaje en
ausencia porque no actúa directamente sino que de él tenemos conocimiento por
lo que dice el periódico El Centinela de
Santa Teresa. Se supone que ha sido el compañero de Cesárea Tinajero quien
lo acompañó hasta su muerte en 1930. Todo esto lo sabemos también por otro
narrador heterodiegético como es Jesús
Ortiz Pacheco (p. 570 – 571 de la edición Anagrama 2013).
Jesús
Ortiz Pacheco es un torero que acompañó
a Pepe Avellaneda en algunas de sus corridas y es encontrado por Lima, Belano y
García Madero en un remoto pueblo llamado El Cuatro. El se encargo de darle
pistas más claras sobre Avellaneda y Cesárea (desde la p.570 a 579 de la
edición Anagrama).
Otro
narrador heterodiegético es Jesús
Pintado que les da noticias de Ortiz
Pacheco, o sea, es uno de los eslabones entre los detectives y Ortiz Pacheco
(p.571 de edición Anagrama).
Es
notable la descripción general que hace Bolaño de los toreros al compararlos
con los toreros de Hemingway: “El típico
torero de Hemingway sin suerte y valiente y más bien triste, más bien moralmente
triste…” (p.571)
La Maestra,
por lo narrado, se puede inferir que es
un ser abnegado, de vocación, con sentido de pertenecía. Ella prefiere mantener
viva la lengua de los indios Papagos y permanecer en esa región en lugar de
irse a la gran ciudad como se lo sugiere Belano. La Maestra es el vínculo más
directo entre Cesárea Tinajero y los detectives, puesto que ella tuvo una
relación cercana con la poetisa por el año 1936 cuando Cesárea terminaba su
experiencia como educadora mientras que La
Maestra apenas comenzaba. Sin embargo, nunca conoció la producción poética de
Cesárea tinajero, solo una libreta “que
parecía un misal y en donde la letra de su amiga, de caracteres diminutos, se
deslizaba como una estampida de insectos” (p.594). A pesar de todo, sí
conoció un cuaderno de tapas negras que Cesárea le regaló y que “consistía en anotaciones muy sensatas,
otras totalmente fuera de lugar, sobre el sistema de educación mexicano… había
un plan para la alfabetización masiva, que La Maestra apenas entendió pues el
borrador era caótico y listas consecutivas de lecturas para la infancia,
adolescencia y juventud que se contradecían cuando no eran claramente
antagónicas…” (p.597). la descripción anterior nos da una idea de la
personalidad de Cesárea Tinajero: desordenada, caótica, contradictoria.
En
síntesis, la cronografía del 29 de enero
(1976) nos descubre a través de la voz de La Maestra gran parte del carácter de
Cesárea Tinajero, de su trashumancia. Cesárea, como todos los personajes de
esta obra, es un ejemplo de lo que los sociólogos y la psicología llaman
anomia, es decir, una ruptura del orden social causado por la falta de
correspondencia entre las normas morales y las aspiraciones personales.
La
Maestra termina convirtiéndose en un personaje protagónico y homodiegético en
la medida en que es un testigo muy importante y clave para la revelación de quién
es Cesárea Tinajero
4. FACTORES ESPACIO –TEMPORALES
En
esta tercera parte se da el espacio- tiempo o cronotopo. El tiempo se
configura, en este caso por días y el espacio se forma a través del Impala
(coche), la autopista federal y los
pueblos del Estado de Sonora.
Pero
el motivo cronotópico necesita de configuraciones temporales o sea momentos: “Bien
ahora una más difícil” (p.577).
“Era de noche. La noche del 1 de
enero. La madrugada del 1 de enero. Mire hacia atrás y me pareció que nadie nos
seguía” (p.559). “Durante un rato permanecimos todos en silencio”
(p.564). Podemos ver entonces que son distintos tiempos pero en un mismo
coche el Impala. Así configura Bolaño
sus cronotopos.
Otra
forma que adquieren los cronotopos se da
con el cambio de espacio y tiempo:”Aquella
noche disfrutamos de la hospitalidad del
antiguo matador” (p.579) el espacio allí es el rancho La buena vida del torero Ortiz Pacheco. Dentro de este cronotopo,
Bolaño nos inserta y configura otro cronotopo a través de la evocación que hace Ortiz Pacheco sobre Cesárea
Tinajero: ”Recordaba por supuesto, a la
mujer que iba con Avellaneda…en cualquier caso Ortiz solo había visto a Cesárea
dos veces (tiempo) , y la ultima (tiempo) en Agua Prieta (espacio), de lo que se deducía que no llevaban mucho
tiempo siendo amante…la noche antes de su muerte mientras los dos toreros
bebían en un bar (espacio) de Agua Prieta y poco antes (tiempo) de que ambos se marcharan al hotel…”(p.579) .
De
esta manera se configura el tiempo-espacio cronotópico en Bolaño, a través de
la evocación de los distintos personajes que dan noticia del objetivo de su
búsqueda o investigación: Cesárea Tinajero.
Otras
veces se combina un tiempo con un espacio alejado de aquel donde se encuentra: “Hoy (tiempo) hemos llamado al Distrito Federal (espacio) por primera vez (tiempo). Belano
hablo con Quin Font. Quien le dijo…”(p.583).
Y así sucesivamente se combinan espacio y tiempo, lejano y cercano.
Igualmente
se combinan entonces las analepsis y las prolepsis. “En la hemeroteca de hermosillos…en las viejas hojas apergaminadas
leímos que el torero había muerto en la plaza de toros de Agua Prieta…cabeza
del animal” (p.572) (analepsis). “…del
cambio que Lupe empieza a experimentar” (p.583) (prolepsis). “…pero a mí se me llena el alma de oscuros
presagios” (p.584) (prolepsis).
“Cuando regresamos a Hermosillo tuve la sensación no solo de haber recorrido ya
(tiempo) estas pinches tierras sino
de haber nacido aquí (espacio)”. (p.591)
(Cronotopo con analepsis).
Pero
el cronotopo es también la dimensión a través de la cual los personajes se
transforman o cambian. Aunque Bolaño no dice en qué consisten estas
transformaciones si lo insinúa por boca del narrador testigo: “Belano no contesto. Raro, porque el siempre
procura contestar a todas las preguntas, aunque estas no necesiten respuesta o
no vengan al caso”. (p.583). “Creo que no nos hemos dado cuenta, ciegos
como estamos del cambio que Lupe empieza a experimentar”. (p.583).
Un
cronotopo que insinúa el cambio de los personajes, desde lo físicos se puede
ver aquí: “ En Santa Teresa, al entrar en
un café con una gran luna detrás de la barra, pude apreciar cuanto habíamos
cambiado…” (p.586).
Y ni
que decir de la transformación de Cesárea Tinajero a quien los detectives
habían idealizado, pero se encuentran con una imagen muy distinta cuando la ven
personalmente: “Cesárea no tenía nada de
poético. Parecía una roca o un elefante. Sus nalgas eran enormes y se movía al ritmo que sus
brazos, dos troncos de roble, imprimían al restregado de la ropa. Llevaba el
pelo largo hasta casi la cintura. Iba descalza”. (p.602).
5. ARGUMENTO
Después
del gran intermezzo que constituye la
segunda parte de Los Detectives Salvajes,
la tercera es una continuación de la línea argumental de la primera parte. Así,
Los Desiertos de Sonora es la
pormenorización de la búsqueda de la misteriosa poetisa Cesárea Tinajero,
fundadora del movimiento visceralista o viscerrealista. En su investigación o
búsqueda, los detectives salvajes Belano,
Lima y García Madero – en compañía de Lupe – mientras huyen de la
persecución que les ha montado el proxeneta de Lupe, recorren distintos pueblos
y localidades del estado mexicano de Sonora. En estos sitios (pueblos) van
encontrando diferentes indicios que los conducen a tener una idea más clara de
quién era realmente Cesárea Tinajero. A través de los relatos de los toreros y
La Maestra alcanzan a tener una visión más amplia de la vida y el devenir de la
esquiva poetisa. Finalmente, la encuentran aunque no era lo que pensaban, pues
la figura de Cesárea “no tenía nada de
poética”. A partir de este encuentro
se presenta el clímax (solución al conflicto) de esta parte de la novela: después
de salir de Villaviciosa se encontraron con Alberto, el chulo de Lupe, y un
policía que lo acompañaba. Todos
descendieron de los coches, menos Lupe y García Madero, se cruzaron palabras,
luego esgrimieron pistolas y un cuchillo. Al final, el policía, el chulo y
Cesárea terminaron muertos. Este es el
desenlace trágico de la novela, muy al estilo de la novela negra, paginas (604
– 605).
6. CONFLICTO
Se
agudiza el conflicto del hombre consigo mismo, reflejado quizás en los cambios
de los personajes insinuados por el autor. También se podría hablar de un
conflicto del personaje con el medio:
“Lima dijo que el desierto de Sonora era una mierda” (p.577). Y finalmente
se presenta el conflicto con “el otro” (social) que se resuelve con la muerte o
el asesinato.
7. PUNTO DE VISTA
Se
abandona la primera persona del narrador
protagonista para pasar a la primera persona periférica o de testigo que nos
narra las acciones de Belano y de Lima. El narrador testigo no puede referirnos
lo que piensa o sienten los personajes sino a través de sus gestos: “Luego se baja Lupe y cruza unas palabras
al oído con Arturo” (p.567).
“…Hoy Belano ha dicho que…”
(p.592).
“Ya no acompaño a Belano y Lima a hacer sus preguntas. Me
quedo en el coche…” (p.567).
B.
ELEMENTOS
DE FORMA
1. TÍTULO
Los Desiertos de Sonora es
un título que anticipa el espacio en el cual se va a desarrollar la trama de
esta parte de la obra. Si bien se ha dicho que Bolaño no recorrió personalmente
los espacios descritos sí los describe
más o menos puntualmente y también las sensaciones que producen: “Una senda infernal” (p.567); “ Lima dijo que los desiertos de Sonora eran
una mierda” (p.577); “No era una
calle recomendable para una mujer decente” (p.595).
En
síntesis, se puede decir que los espacios que Bolaño se imagina se refieren a
pueblos casi desiertos, “fantasmagóricos” y a lugares de mala muerte: “la calle Rubén Darío por entonces era
como la cloaca donde iban a dar todos los desechos de Santa Teresa…”
(p.595).
Los
desiertos de Sonora son el ámbito donde los detectives desarrollan la
investigación que logra culminar en Hermosillo y que termina finalmente en
tragedia, dejando en los personajes una sensación de vacío (desierto) y
desconcierto: “Oí que Belano decía que la
habíamos cagado, que habíamos encontrado a Cesárea solo para traerle la muerte”
(p.605); “Todo nos ha salido mal, perdona, dijo Belano” (p.605).
2. ORGANIZACIÓN DEL TEXTO
En
cuanto a la organización del texto, Bolaño mantiene la misma línea que ha
desarrollado en la primera parte: forma de diario, párrafos cortos y largos,
oraciones coordinadas principalmente, pocos conectores textuales.
Respecto
al lenguaje también se mantiene la combinación de dialectísmos (mexicanismos)
con algunos cultismos: los diálogos entre las páginas 557 y 567 son una clara muestra
de lo dicho anteriormente.
Igualmente
se encuentran figuras literarias con el predominio de la ironía, el símil y la
metáfora. La perífrasis la utiliza principalmente para referirse al desierto: “Una senda infernal” (p.567). “Caminos de terracería” (p.568).
Símil “Pasamos como un fantasma por
Novojoa” , (p.566)
“se balanceaba como un buque”, (p.603)
“Se deslizaban como una estampida de insectos”
, (p.594)
“parecía una roca, un elefante”
(p.602)
La ironía “Lupe no dijo nada, lo que me
pareció un comentario muy apropiado”, (p.561)
“¿Mexiquillos?”,
(p.567)
Metáfora “Sus ojos de insecto” , (p.562)
Otro
aspecto para destacar en la organización del texto es el uso del hipertexto
como técnica narrativa (texto que lleva a otros textos): “La verdadera valentía
de Platón”, (p.580). “El nombre de la
griega era Hipatia”, (p.594). “la
solo mención del ejército de Maximiliano…” , (p. 600 – 603).
Conclusiones
1. Cesárea
fue muy inestable laboralmente: maestra de 1930 a 1936, aunque antes de esto
seguramente se desempeñó como activista en los centros culturales y literarios, de ahí su legado como fundadora
del movimiento visceralista. Después de 1936 trabajó hasta 1945 en una fábrica
de conservas en Santa Teresa y, cuando
la empresa se cerró, terminó en un
puesto de hierbas medicinales. Todo esto nos puede llevar a concluir
dolorosamente que el personaje terminó derrotado, no se adaptó al
“establecimiento”. Esta misma situación la encontramos en Arturo Belano y
Ulises Lima, sobre todo lo percibimos en los testimonios que encontramos en la
II parte de la novela.
2. Los
Desiertos de Sonora tiene muchos elementos de novela policíaca. En esta obra el
misterio a resolver sería el paradero de Cesárea Tinajero. Y los detectives
Belano y Lima terminan convirtiéndose en personajes parecidos al chulo y el
policía con los que se enfrentan.
3. El
mismo día que encontraron a Cesárea, esta fue asesinada, los detectives, García
Madero y Lupe viven una pesadilla representada no solo en el asesinato de
Cesárea, el chulo y el policía sino también la separación y el exilio de Belano
y Lima.
4. El
final del texto de Los detectives salvajes no es la palabra sino
unos diagramas acompañados de la misma pregunta: ¿Qué hay detrás de la ventana?
El lector puede responder: “nada” y concluir que con la desaparición de Cesárea
se disuelve el movimiento de los real visceralistas
5. Hay
que destacar la relevancia de García Madero a través de todo el texto quien
finalmente se convierte en el depositario de la obra no publicada de Cesárea
Tinajero. Y desde el punto de vista autobiográfico, se puede decir que García
Madero es la extensión de Roberto Bolaño como difusor del movimiento
estridentista y visceralista.
III. LOS DETECTIVES SALVAJES (1976 – 1996)
Esta
parte es en realidad la segunda parte del texto sobre los detectives ( Belano y
Lima). La segunda parte debe leerse como una serie de testimonios que permiten
tener una visión más clara de las actividades, motivaciones y conductas de Arturo Belano y Ulises Lima.
Bolaño quiere mostrarnos la percepción que
tienen quienes, de una u otra forma convivieron con uno o con otro de los
personajes protagonistas. Es en esta parte donde se muestra la capacidad
narrativa, ideativa e imaginativa de
Bolaño cuando es capaz de construir una serie de relatos de diferentes individuos en el trascurso de
1976 – 1996.
Bolaño
logra crear la ilusión en el lector de que son distintos individuos hablando
sobre dos personas cuando en realidad es solo él (Bolaño) quien idea esas
distintas versiones. Como dijo algún
autor: es como un director dirigiendo una sinfonía coral.
De
otro lado, la segunda parte de esta novela presenta testimonios que tienen
estructura de cuento corto como el de Andrés Ramírez (p. 383), el de Edith
Oster (p.401), el de Felipe Muller (p.423), El de Xosé Lendoiro (p.427).
Merece
especial mención el relato de Auxilio Lacouture (p.190), porque narra desde
adentro los acontecimientos históricos del ingreso del ejército a la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) en los días previos a la matanza en la plaza
de Tlatelolco. Aunque no se puede decir con certeza si lo que Bolaño ha
recogido es el hecho histórico o el mito o leyenda urbana que se tejió
alrededor de esta matanza.
Finalmente,
para la claridad de los hechos es importante seguir los relatos de Salvatierra
quien estuvo muy cerca de la poetisa y de Joaquín Font, quien estuvo en
diferentes hospitales psiquiátricos de 1976 a 1987. Estas dos narraciones
estructuran novela dentro de la novela. Esta técnica es una de las razones por
las que se ha comparado esta novela de Bolaño con Rayuela de Cortázar.
Conclusiones
A
pesar de todo, encontramos testimonios que no tienen demasiada trascendencia en
el texto o que aportan muy poco a la fuerza e ilación del relato. Más bien
da la impresión de que Bolaño hubiera
querido perpetuar la memoria de estos personajes con detalles que no acentúan
el deber ser de los personajes principales. También puede pensarse que algunos,
por estar ya muy alejados cronológicamente del centro del relato, fuesen
recordados muy vagamente (por el autor). Por ejemplo los testimonios de las p.
158 y ss.
De
todas maneras, también puede decirse que la inclusión de estos testimonios es
parte de la pesquisa exhaustiva de los detectives.
REFERENCIA
Bolaño,
Roberto (2013). Los detectives salvajes.
Barcelona (España):Anagrama, Colección Compactos.
Roberto
Bolaño (s.f.). Recuperado de:
BIBLIOGRAFÍA
Bajtín, Mijail (1989): Teoría y estética de la novela . Madrid: Taurus.
Castagnino,Raúl Héctor (1969). El análisis literario: introducción
metodológica a una estilística integral. Buenos
Aires (Argentina): Nova.V
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